viernes, 26 de abril de 2013

Las hermanas macana. Parte 3




Sin dudarlo ni un segundo, MC es la perla de las hermanitas M.
Ella puede aparecer con la consulta más volada.
Hace unos días, aparece en mi teléfono una consulta de MC preguntándome la cotización del dólar, el oficial y el otro, y la cotización del euro, el oficial y el otro también.-
Me quedé pensando para qué lo estaría averiguando, pero no le dí mayor trascendencia.-
Las semanas pasaron y vuelve a aparecer MC en escena.-
Me llama. –“S, necesito la constancia de mi divorcio, porque me cambié el auto y se lo tengo que dar al banco para dejar completa la carpeta del crédito.”-
-“Escuchame, la constancia de tu divorcio la tengo hace un mes en la guantera del auto, porque estábamos que nos veíamos de un momento a otro. A todo esto, qué auto te cambiaste, si tenías un auto flamante.”-
-“Sí, mi auto era nuevo, pero me compré una camioneta 4x4”-
-“Disculpame la intromisión. Pero una 4x4 para vos sola?. Y más todavía, de donde m…. sacaste la guita???. Te ganaste la lotería?”-
-“Nooo, qué lotería. Cobré el juicio laboral. Me hice una buena cantidad. Por eso andaba comprando dólares y euros.”-
-“Qué juicio????, qué laboral???? Yo no te lo llevé ese juicio!!!!”-
-“Noooo. Vos no. Mi otro abogado me lo llevó. Es ese juicio por la tendinitis”-
-“Qué tendinitis??? Tenès otro abogado???. A ese le das los juicios millonarios y a mí me hacés lidiar con tu ex, que es un tarado, que me volvió loca y vos el juicio que te salva el año se lo das a otro???. A quién????. Te voy a reventar”-
-“Es un abogado que que yo no conocía. Resulta que un día yo iba caminando por Av.Corrientes y ví el estudio de este tipo. Como yo andaba buscando un abogado, andaba atenta mirando. Me pareció que tenía buena pinta. Entré, me pareció serio y le dí el juicio.”- Hablaba MC con una tranquilidad casi pasmosa.
Ella buscaba un abogado, como si los abogados los tuvieras que ir a buscar a la carta, metiendo la nariz en la alcantarilla. Y a cinco cuadras de mi oficina. ..
Es tan pintoresca y yo la quiero tanto, que si no fuera ella, está para putearla de acá hasta la semana que viene.-

viernes, 19 de abril de 2013

La mentira tiene patas cortas?. Parte 2


Si yo abriera la boca la mitad de lo que la abro, tendría la mitad de los problemas que tengo. 
Los juicios en este país duran mucho, pero mucho, más de lo que el ser humano puede aguantar. En ese derrotero, uno vive las experiencias más diversas. 
Si tenés suerte, el contrario casi se convierte en tu amigo. No es descabellado y puede pasar, que termines yendo al casamiento del abogado que tuviste en contra.
Claro, no siempre la relación es así. Más de una vez, en el tiempo que dura el juicio, hay momentos de armonía, en que nos llevamos bien o no nos llevamos.
Y hay otros momentos en que todo se pone más álgido. En ese momento estábamos con ST, álgido y calentito el ambiente.
Era febrero, y se ve que el sol del verano me había nublado esa parte del cerebro que permite a los seres humanos, aprender de experiencias anteriores.-
Recién volvíamos de la feria, hacía calor y el sólo hecho de pensar en volver a agarrarme a los gritos con ST no me seducía para nada. 
Así fue como retomé aquel remedio fácil de: -"Decile que no estoy. Si pregunta mucho, decile que estiré la feria y estoy de viaje"- Era un viernes.
No sé por qué, porque está claro que las cosas pasan por algo. El sábado a la mañana me levanté con ganas de agarrar un poquito de sol y lagartear en el jardín. Antes, como siempre, uno tiene algo que hacer. Pensé: voy dos minutos al super, compro lo mínimo y vuelvo.
Mmmmm.... mala elección.
Arranqué el auto y salí despacito porque había un camión de mudanza acomodando para empezar a bajar muebles en la casa del vecino, que yo ni sabía, se había vendido.
Sí, Sí. No me podía fallar. Miré dos veces porque estaba segura de estar viendo mal. ST era mi nuevo vecino.-

La mentira tiene patas cortas? Parte 1



No nos vamos a engañar. Quién no mintió alguna vez y le dijo a su secretaria, su hermana, su madre, su marido o cualquier pariente: -"Noooo, a ese no me lo pases. Decile que no estoy."-
Yo no iba a ser la excepción. Lo malo es que uno no aprende. Y reincide.
Hace años, tenía yo uno de esos clientes con los que no salía una. Todos eran juicios perdedores. Claro, él no era tonto y lo tenía más que claro. Pero, la esencia de la naturaleza humana es echarle la culpa a otro. Y ahí estaba yo. En primer plano. El tipo, me llamaba y me trituraba.
Llegó una época en que mi umbral de tolerancia empezó a bajar. Decidí, entonces, no atenderlo todas las veces que me llamaba para hacer catarsis. Por ejemplo: de viernes, no lo atendía más. Era una fija. Me llamaba tipo 6 de la tarde, me tenía un rato descargando, se quedaba livianito, y andá a aguantarme a mí en el comienzo del fin de semana.-
Un buen día, para darme un poco más de espacio y darle a él la seguridad de que no tenía que llamarme en una semanita por lo menos, no tuve mejor idea que decirle a la secretaria:
-"Nooo. No me lo pases. Decile que estoy de viaje?"-
-"Pero a dónde viajaste?"-
-"Mirá lo que me preguntás!!! qué importa a donde viajé!"-
-"A mí no me importa si viajaste o no, le importa al señor. Me pregunta todo! y si voy a mentir, más vale que mienta bien"-
Bueno, no era descabellado. En unos diez segundos, armé una mini historia, chiquita pero creíble.
-"Decíle que viajé al interior por una quiebra y voy a estar toda la semana ahí"-
Respiré. Una semana de paz.
El era insistente, así que al día siguiente volvió a llamar. Supongo que para corroborar la historia.
Yo, en la gloria. Tranquila y despejada.
Pasan dos días. Raro en mí, decido ir al gimnasio.
El refrán dice que el barrio de Belgrano es "un país". Nada más acertado.
Estoy en la cinta, sin transpirar mucho. Algo así como para despejarme un poco, bajar los niveles de culpa por ser tan sedentaria, pero tampoco dejar la vida en el intento.
Divagaba yo entre mis pensamientos y algún televisor colgado con las noticias, cuando siento un golpecito en el hombro.
Sí señores. Era mi cliente!.-

miércoles, 17 de abril de 2013

El abogado es un confesor?



Es inteligente mentirle a tu abogado o a tu contador?. Mmmmm….de primera impresión, parecería que no es muy vivo el que lo hace.
Principalmente, porque el abogado, te cuenta las pulgas para ver cómo te saca del brete en que te metiste. Dibujarle el número de pulgas para que parezca menos grave la situación no va a hacer que el abogado, por ejemplo, te cobre menos.
El cliente de pura cepa lo tiene clarísimo y te cuenta sin tapujos toda la trama, de “pe a pa”, sin omitir, falsear, dibujar o suavizar nada. Porque te conoce y sabe, por sobre todas las cosas, que el abogado no te juzga. Está en su escritorio, te cobra y trabaja para vos. No le importa mucho si el cheque sin fondos se lo diste a uno que años antes, te había empapelado tu empresa con papelitos de colores.
El de la otra categoría viene con el cuento por la mitad.
Hoy voy a hablar de éstos últimos...
Situación 1: Al cliente le llega una carta documento de un cristiano que le reclama que lo tuvo trabajando en negro, en una oficina oscura, por una suma miserable, y todo por 10 años.
El cliente, en este caso R, dice: “Nooooo, yo nunca nunca lo tuve en negro. Lo tuve 15 días en período de prueba y con todo registradito.”
Si R es muy convincente, vos, abogado, entrás como un caballo. Contestás la carta documento, volvés a contestar la respuesta, te llega otra, van como cinco cartas documento. Vas a la conciliación. R está duro como una piedra para poner un peso. Vas al juicio.
Primera audiencia: aparecen tres testigos, dos fueron empleados de R. Declaran como si cantaran el himno nacional. Conocían a R, conocían al empleado, se habían sacado fotos en el brindis de fin de año de la empresa con R y con el empleado. El empleado tenía firma en el banco, llevaba los hijos de R al médico cuando R estaba ocupado, y si te descuidás atendía a la mujer de R cuando éste se iba de viaje.
Situación 2: Divorcio. Llega él. El relato es monotemático: ella esto, ella aquello, ella lo otro.
Vos lo mirás y casi llorás con él. Pobre tipo pensás. Un ejemplar único y una cualquiera lo usó de felpudo.
Aparece el abogado de ella. Tiene cartas de él con la amante, cuentas bancarias en Suiza que nunca le confesó a la mujer, le cortó las tarjetas y la prepaga… y  la mucama! Bueh, en esto último, desbarrancó!
Situación 3: Alimentos. Llega ella. El es un miserable, no le pasa un peso.
-“Me deposita una miseria. No me alcanza.”- Y vos pensás: “será que un padre ejemplar se convirtió en uno desaprensivo al que no le importa si sus hijos comieron o no?.” La respuesta es: en general NO. Eso no sucede.
Pero…. Todo puede ser. Pero no es.
Aparece el abogado de él: Viene con las constancias de lo que paga. Paga el colegio, la prepaga, natación, terapia, el comedor, la mucama por horas para recibir a los chicos cuando el micro los deja en casa, paga el micro, se los llevó a Miami en las vacaciones, los vistió de arriba abajo y por los próximos tres años.
La llamo a ella: -“Escuchame, tu ex paga todo.!”-
-“Quien te dijo???”-
-“El abogado de él. Vos pensabas que yo no me iba a enterar?. Vos no te tomás dos minutos para poner la situación en contexto?”-
-“Yo no dije que no pagaba nada. Yo dije que  me pasaba dos mangos. Con eso no banco ni mi auto, ni las expensas de mi nuevo departamento, ni el seguro del auto, ni la nafta, ni mi esteticista, ni la mucama con cama. Nada!.”- Faltó que me agregara que con eso no podía bancar al chongo!!!.-

domingo, 14 de abril de 2013

Las peores batallas se libran en casa.

Siempre necesité tener algo contra qué pelear. Nunca me hallé cómoda en tiempos de tranquilidad o remanso. Si de golpe me encuentro allí, creo que es mi inconsciente el que se las arregla y me hace un tacle y termino de cara al barro, en la arena de pelea.
Si le pongo un tinte romántico a mi rasgo, voy a decir que la pelea me mantiene viva, alerta, motivada, con un desafío por delante o en un espacio donde canalizar la energía.
No obstante, si pongo los pies en la tierra, la cabeza sobre los hombros o como uno quiera llamarlo, no puedo más que decir que siempre estoy metida en un quilombo.
Y entonces, aquí vamos. El mejor escenario es que la pelea me agarre en mi terreno conocido del trabajo y contra un abogado que esté de la vereda de enfrente. Pero claro, no siempre es tan perfecta la escenografía. De vez en cuando, la batalla se libra en mi campo, con un cliente mío. Y estas sí que son las batallas que no me gustan. Las que libro en casa.
Así pasó con MC.
Me vino a ver recomendada por GD. Toda una recomendación. La historia, sucinta era ésta: su madre, internada en un geriátrico desde tiempos inmemoriales necesitaba ser trasladada a uno a cargo de la obra social porque ella ya no podía costearlo. Así contada, la historia no era merecedora de tener un abogado en el medio. Digamos que para no embarrarla. Pero, el meollo del asunto era que la madre se había negado a ser trasladada por la obra social. Ante la negativa, la obra social dejó asentada su intención de cumplir con su cobertura pero la señora no había accedido, agregando que la hija quería aprovecharse de su dinero.
Aha, ya iba entendiendo.
No había muchas dudas, había que hacer un amparo contra la obra social y que el juez ordenara la cobertura. Le pasé mis honorarios, y MC estuvo de acuerdo. Cuando teníamos todo listo, la madre no quiso firmar el amparo, porque claro, seguía sosteniendo que estaba cómoda donde estaba y que la hija se quería aprovechar de sus finanzas.
Bueno, con ese panorama, tuve que hacer control de daño y hacer que MC firmara el amparo en representación de su madre internada, a quien, estaba claro, le estaban faltando algunos caramelos en la caramelera, o patitos en la fila o neuronas sanas.
Como era de esperar, el juez pensó que estábamos frente a una situación atípica con una señora que cuanto menos, tenía demencia señil y algún signo de Alzheimer, tal como había diagnosticado su neurólogo. Abreviando, se sacó el expediente de encima y dispuso pasarlo a un juez distinto que determinara si la señora era insana.
Llamé a MC y le expuse el panorama.-
-"Ahhh, pero vos me dijiste que esto era rápido!"-
-"Sí. En condiciones normales, va rápido. Vamos a ir a hacer la insania"-
-"Pero mi mamá ya tiene una insania"-
-"Y entonces, por qué no empezaste por ahí????? Tanto trabajo, y tu mamá ya está declarada insana. Vos sos la curadora? Dónde tramita?"-
-"No tengo ni la menor idea. Mi anterior abogada un día desapareció."-
Y acá es donde mi termómetro de medir clientes empieza a fallar. Yo me tuve que haber dado cuenta que MC era problemática. Ningún abogado desaparece de la faz de la tierra, se vuelve invisible y nunca más te atiende el teléfono, salvo que el cliente sea imbancable. Era el caso, pero yo estaba ciega.
-"Bueno, ok. Vamos a hacerla de cero, vemos qué pasa."-
-"Yo no tengo problema. Pero todo por el mismo precio. No te pienso pagar un $ más."-
-"No te preocupes. No te cobro nada"- contesté pensando en la recomendación de GD.
-"Pero mirá que vos me dijiste que esto iba a ser rápido y ya estamos tardando mucho. Ustedes los abogados son todos iguales-"
Y mi termómetro que seguía sin funcionar.
Inicié la insania, pasó la feria, el juez pidió un reconocimiento judicial, el asesor de incapaces pidió el expediente, el tribunal tuvo feria por mudanza....
Y mientras tanto MC que llamaba todos los días y mi termómetro  que no arrancaba.
Un día llama y me aclara que había consultado con un abogado especialista "No como vos", que le había dicho que podía sacarle a la obra social una indemnización de cinco cifras por no haber trasladado a la madre.
-"Uh, MC, dejá de perder tiempo en esas pavadas. Eso no es posible."-
-"Ahhh, no es posible?? y entonces qué hago?. Alguien me tiene que dar guita a mí. Al final, todos estos meses y resultaste una inútil."-
-"Mirá, la verdad es que me estás insultando. Mejor hablemos mañana, más calmadas y ya.-"
-"Yo hablo ahora. Y hablo así, si no te gusta, no es mi problema. Te lo repito. Sos una inútil"-
-"No hay problema. Yo te renuncio al expediente, y vos buscá tranquila un abogado. Tenemos tiempo, porque el tribunal está de mudanza, y tenemos quince días sin que el juzgado atienda"-
-"Noooooo, otro abogado no!!! Vos me devolvés mi platita, porque además de inútil, sos una chorra!!!!!!!!"-
Y así fue como colgué el teléfono y llevé mi termómetro a reparar.

viernes, 12 de abril de 2013

Excusas baratas

Con los años, perdí un poco la capacidad de compadecerme del sufrimiento ajeno. Cuando era más joven, tenía vocación de mirar con buenos ojos, los relatos de los problemas que la gente me hacía. Después de tanto vivillo suelto, cada vez me estoy volviendo más desaprensiva. Pero lucho arduamente para no extraviarme y perder de vista el costado humano que la abogacía tiene.
Lamentablemente, el instinto, acá, no me falla seguido.
Tengo una carpeta lista para trabajar, pero no sé por qué, me da como cosita. Los días pasaban y me quedaba poco tiempo. Finalmente, la tuve que agarrar.
El reclamo era más o menos así: un señor, empleado de un edificio tenía lumbalgia de tanto peso que cargaba al sacar la basura cada noche.
- Bueh...., puede ser -  pensé. Pobre tipo. Tantos años haciendo eso, puede ser que la espalda se resienta. Tampoco es cuestión de ser tan desaprensiva.
Seguí leyendo. Yo sabía que no me equivocaba!!!!
La lumbalgia, la basura, el peso... lo que sea, era una pequeña parte del relato.
El mayor problema del susodicho era que la lumbalgia lo había obligado a dejar de tener sexo con su esposa, a raíz de lo cual había comenzado a sufrir de stress psicológico por las constantes discusiones con la mujer cada noche, cuando llegaba la hora señalada.-
Los gritos, peleas, discusiones y reclamos por la falta de sexo lo tenían psicológicamente dañado y exigía una suma de dinero en compensación.
Y entonces yo tenía razón!!!! pedazo de chanta.
Seguro que está tan cansado de atender a la amante, que para la hora de atender en casa, ya no hay nafta!
Pero el consorcio, qué vela tiene en este despelote de polleras??????