miércoles, 17 de abril de 2013

El abogado es un confesor?



Es inteligente mentirle a tu abogado o a tu contador?. Mmmmm….de primera impresión, parecería que no es muy vivo el que lo hace.
Principalmente, porque el abogado, te cuenta las pulgas para ver cómo te saca del brete en que te metiste. Dibujarle el número de pulgas para que parezca menos grave la situación no va a hacer que el abogado, por ejemplo, te cobre menos.
El cliente de pura cepa lo tiene clarísimo y te cuenta sin tapujos toda la trama, de “pe a pa”, sin omitir, falsear, dibujar o suavizar nada. Porque te conoce y sabe, por sobre todas las cosas, que el abogado no te juzga. Está en su escritorio, te cobra y trabaja para vos. No le importa mucho si el cheque sin fondos se lo diste a uno que años antes, te había empapelado tu empresa con papelitos de colores.
El de la otra categoría viene con el cuento por la mitad.
Hoy voy a hablar de éstos últimos...
Situación 1: Al cliente le llega una carta documento de un cristiano que le reclama que lo tuvo trabajando en negro, en una oficina oscura, por una suma miserable, y todo por 10 años.
El cliente, en este caso R, dice: “Nooooo, yo nunca nunca lo tuve en negro. Lo tuve 15 días en período de prueba y con todo registradito.”
Si R es muy convincente, vos, abogado, entrás como un caballo. Contestás la carta documento, volvés a contestar la respuesta, te llega otra, van como cinco cartas documento. Vas a la conciliación. R está duro como una piedra para poner un peso. Vas al juicio.
Primera audiencia: aparecen tres testigos, dos fueron empleados de R. Declaran como si cantaran el himno nacional. Conocían a R, conocían al empleado, se habían sacado fotos en el brindis de fin de año de la empresa con R y con el empleado. El empleado tenía firma en el banco, llevaba los hijos de R al médico cuando R estaba ocupado, y si te descuidás atendía a la mujer de R cuando éste se iba de viaje.
Situación 2: Divorcio. Llega él. El relato es monotemático: ella esto, ella aquello, ella lo otro.
Vos lo mirás y casi llorás con él. Pobre tipo pensás. Un ejemplar único y una cualquiera lo usó de felpudo.
Aparece el abogado de ella. Tiene cartas de él con la amante, cuentas bancarias en Suiza que nunca le confesó a la mujer, le cortó las tarjetas y la prepaga… y  la mucama! Bueh, en esto último, desbarrancó!
Situación 3: Alimentos. Llega ella. El es un miserable, no le pasa un peso.
-“Me deposita una miseria. No me alcanza.”- Y vos pensás: “será que un padre ejemplar se convirtió en uno desaprensivo al que no le importa si sus hijos comieron o no?.” La respuesta es: en general NO. Eso no sucede.
Pero…. Todo puede ser. Pero no es.
Aparece el abogado de él: Viene con las constancias de lo que paga. Paga el colegio, la prepaga, natación, terapia, el comedor, la mucama por horas para recibir a los chicos cuando el micro los deja en casa, paga el micro, se los llevó a Miami en las vacaciones, los vistió de arriba abajo y por los próximos tres años.
La llamo a ella: -“Escuchame, tu ex paga todo.!”-
-“Quien te dijo???”-
-“El abogado de él. Vos pensabas que yo no me iba a enterar?. Vos no te tomás dos minutos para poner la situación en contexto?”-
-“Yo no dije que no pagaba nada. Yo dije que  me pasaba dos mangos. Con eso no banco ni mi auto, ni las expensas de mi nuevo departamento, ni el seguro del auto, ni la nafta, ni mi esteticista, ni la mucama con cama. Nada!.”- Faltó que me agregara que con eso no podía bancar al chongo!!!.-

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