jueves, 11 de agosto de 2011

El comienzo



Mucho medité antes de comenzar a escribir este blog. Dí vueltas y más vueltas. Hasta que un día junté memoria, ordené algunos relatos sueltos y decidí escuchar mi voz interior.
Como toda hija de una madre que quiere para ella la superación de su propia historia, la mía siempre me instó a perseguir mis sueños y anhelos. Así estudié, trabajé, me acoplé al Estudio familiar y años más tarde, concebí este blog.
Superado el primer paso, el desafío fue poner algunas normas inquebrantables. Primero, cuidar las identidades, hechos y personajes. Segundo, como confidente de historias privadas, honrar los relatos. Y así, escribir para que de mi memoria no se borren y  el viento no se las lleve.