miércoles, 7 de diciembre de 2016

City tour



Necesito años de terapia para corregir algunas conductas que me son dañinas. No sé si son los ciclos lunares, la alineación de los planetas o qué energía cósmica lo provoca, pero de la teoría al hecho, tengo más que un trecho.
Si yo sé que no tengo que responder consultas por whatsapp o por teléfono, por qué será que lo olvido y contesto igual.?
Por qué no puedo imitar a mi médico JB que en su estado tiene "no respondo consultas médicas por teléfono" o a mi amiga la Dra.SS que tiene "clientes, de 15 a 18 hs." o al Dr.J, que reza "consulta arancelada y presencial. No insista."
CM es no sé quien. Un día me llamó por teléfono para hacerme una consulta, "simple, sencillita". El tema era un culebrón. Una bebé de días, nacida de una relación ocasional, doscientos quilombos con la madre, problemas para reconocerla. 
Le pregunté como había llegado a mí y que prefería que viniera y lo charlábamos. Ni le hablé de cobrarle. Imposible, me contestó. Soy médico. Me la paso en urgencias, guardias, tengo horarios estrambóticos. 
Está bien. Charlé casi una hora por teléfono, aclaramos el panorama, no supo explicarme quién le había dado mi teléfono y cortamos.-
Pasaron unos meses, me empezó a buscar otra vez. 
Misma historia. La nena ya tenía unos meses, a los problemas se le habían agregado algunos aditivos, como más gastos, el papel de la abuela materna de la bebé, las visitas, que la madre no se la dejaba llevar de la casa, que la alimentaba a libre demanda (estás frito, pensé. Si ella no estaba decidida a alimentarla así, encontró el mejor modo de tenerte de rehen hasta que deje de amamantarla). 
Oootra vez le era imposible venir a verme. Y oootra vez la energía cósmica conspiró contra mi bolsillo y lo atendí por teléfono.
Como la tercera es la vencida, con la nena de casi un año, los quilombos crecen al mismo ritmo. Pero esta vez no hubo planetas que me obligaran y exigí que se hiciera un tiempo y viniera en persona, pagara la consulta y se dejara de joder.
Ayer vino. 
Yo me esperaba un cirujano atildado, de manos impecables. Me encontré un tipo cincuentón largo, en short, ojotas, musculosa y vincha ( sí, vincha!!). Se me apareció con la novia de treinta y uno y en calzas. Todo a las 4 de la tarde, mientras a vos los papeles te tapan y pensas que tu día necesitaría 30 horas para terminar todo lo que tenés pendiente arriba del escritorio, el cirujano y la novia vienen a tu oficina trotando.-
Arrancó diciendo: -"Por favor, podrías explicarle a ella que la mamá de mi nena puede hacer todo lo que hace y que yo no la provoco y que ella no tiene que amenazarme con dejarme?. Que, yo voy a tener que pasarle plata y que si no nos podemos ir de vacaciones a Miami no es mi culpa?. Vos y yo ya nos conocemos, explicale que vos sos mi abogada y que me venís asesorando.".
-"A ver, a ver. Primero. Visitar al abogado, NO es una cita. Sabelo. Lo que tengas que explicarle a ella, que es una nena y que no entiendo como m.... se puede enganchar con un veterano en ojotas lleno de despelotes como vos, explicáselo a ella afuera de mi oficina. Si vamos a hablar de los alimentos y el régimen de visitas de tu niña, dale. Ella sale, y vos y yo seguimos. La consulta es tanto.".
-"Bueno, bueno. No lo tomes a mal. El abogado es un todo, viste"-
-"No, no ví. Solo te digo esto. Viniste para una consulta. Respetemos eso.".
Entonces intervino ella, algo tensa y dijo: -"Tenés razón. C, yo te espero afuera"- 
Menos mal, que alguno de los dos, todavía piensa.-



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