viernes, 12 de abril de 2013

Excusas baratas

Con los años, perdí un poco la capacidad de compadecerme del sufrimiento ajeno. Cuando era más joven, tenía vocación de mirar con buenos ojos, los relatos de los problemas que la gente me hacía. Después de tanto vivillo suelto, cada vez me estoy volviendo más desaprensiva. Pero lucho arduamente para no extraviarme y perder de vista el costado humano que la abogacía tiene.
Lamentablemente, el instinto, acá, no me falla seguido.
Tengo una carpeta lista para trabajar, pero no sé por qué, me da como cosita. Los días pasaban y me quedaba poco tiempo. Finalmente, la tuve que agarrar.
El reclamo era más o menos así: un señor, empleado de un edificio tenía lumbalgia de tanto peso que cargaba al sacar la basura cada noche.
- Bueh...., puede ser -  pensé. Pobre tipo. Tantos años haciendo eso, puede ser que la espalda se resienta. Tampoco es cuestión de ser tan desaprensiva.
Seguí leyendo. Yo sabía que no me equivocaba!!!!
La lumbalgia, la basura, el peso... lo que sea, era una pequeña parte del relato.
El mayor problema del susodicho era que la lumbalgia lo había obligado a dejar de tener sexo con su esposa, a raíz de lo cual había comenzado a sufrir de stress psicológico por las constantes discusiones con la mujer cada noche, cuando llegaba la hora señalada.-
Los gritos, peleas, discusiones y reclamos por la falta de sexo lo tenían psicológicamente dañado y exigía una suma de dinero en compensación.
Y entonces yo tenía razón!!!! pedazo de chanta.
Seguro que está tan cansado de atender a la amante, que para la hora de atender en casa, ya no hay nafta!
Pero el consorcio, qué vela tiene en este despelote de polleras??????

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