La discusión
abarcaba desde una ensaladera de la cocina, hasta el vitraux de una ventana en
la escalera de la casona.-
Entre estos dos
objetos particulares, nos encontrábamos frente a conflictos particulares. M
quería la ensaladera, pero su hermano sostenía que la ensaladera había sido un
regalo de él a la madre de ambos. Cuanto más discutía él, más se obstinaba
ella. En mi inocencia, yo pensé que hablábamos de una ensaladera de cristal, de
plata, algo con sello, una frase grabada…. No, no, no. Nada de eso. Era una
ensaladera de bazar común y corriente.
A las semanas de
tener todo atascado por la ensaladera, decidimos descomprimir la discusión,
dejar los utensillos de cocina para más adelante y enfocarnos en el vitraux de
la escalera.
M quería el
vidrio, sin ventana, por supuesto y su hermano, no sólo no quería entregarlo,
sino que exigía, que, llegado el caso, ella contratara los albañiles y pagara
los costos de sacarlo y poner en su lugar, una ventana con marco moderno, doble
vidrio, alumnio…. Sacados los cálculos, equivalía a pagar unos veinte vidrios.
Otra vez, la pregunta que me sacara de la nebulosa: el vitraux era una
antigüedad, estaba grabado, pintado a mano, sacado del vaticano???????
Y no, no, no.
Era un vidrio común y corriente, con unos toques de color, que M, en su
carrera, le había dado la categoría de vitraux.
Fue entonces,
cuando se me ocurrió la idea de invertir los personajes. En lugar de hablar con
M y transmitirle al hermano, decidí hablar con el hermano y transmitirle a M
los ofrecimientos.
En mi primera
reunión, no sabía cómo introducir la cuestión de una ensaladera de dos pesos
que llevaba meses trabando todo.
Y ahí se hizo la
luz!!!!! Cuando empecé a hablar del utensillo, el hermano dijo las palabras
mágicas:
- “ensaladera…. qué
ensaladera?, la de plástico?. Pero por mí que se la meta sabe donde???, dígale
que me devuelva los veinte mil dólares que mamá guardaba adentro de la
ensaladera y que mi hermana M se afanó la noche de su muerte!!!!!!!
Rápidamente nos
vimos con M esa tarde.
Y sin preámbulos
le dije: -“para seguir hablando de la ensaladera, hay que traer lo que te
llevaste de ahí adentro.”
M se indignó!!!!
Y dijo: -“el mal nacido ese me espiaba!!!!!!!”Que se quede con la ensaladera y
el vitraux, yo me compro todo nuevo”-
Y así nomás,
terminó la disputa por la herencia.-
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