martes, 5 de junio de 2012

Las disputas familiares por la herencia.-

Hace unos años me topé con M. Joven, divertida e indignada con uno de sus hermanos. Había muerto su madre, y además de batallar por la venta de la propiedad familiar, batallaban por repartirse los pocos objetos que quedaban de la madre.-
La discusión abarcaba desde una ensaladera de la cocina, hasta el vitraux de una ventana en la escalera de la casona.-
Entre estos dos objetos particulares, nos encontrábamos frente a conflictos particulares. M quería la ensaladera, pero su hermano sostenía que la ensaladera había sido un regalo de él a la madre de ambos. Cuanto más discutía él, más se obstinaba ella. En mi inocencia, yo pensé que hablábamos de una ensaladera de cristal, de plata, algo con sello, una frase grabada…. No, no, no. Nada de eso. Era una ensaladera de bazar común y corriente.
A las semanas de tener todo atascado por la ensaladera, decidimos descomprimir la discusión, dejar los utensillos de cocina para más adelante y enfocarnos en el vitraux de la escalera.
M quería el vidrio, sin ventana, por supuesto y su hermano, no sólo no quería entregarlo, sino que exigía, que, llegado el caso, ella contratara los albañiles y pagara los costos de sacarlo y poner en su lugar, una ventana con marco moderno, doble vidrio, alumnio…. Sacados los cálculos, equivalía a pagar unos veinte vidrios. Otra vez, la pregunta que me sacara de la nebulosa: el vitraux era una antigüedad, estaba grabado, pintado a mano, sacado del vaticano???????
Y no, no, no. Era un vidrio común y corriente, con unos toques de color, que M, en su carrera, le había dado la categoría de vitraux.
Fue entonces, cuando se me ocurrió la idea de invertir los personajes. En lugar de hablar con M y transmitirle al hermano, decidí hablar con el hermano y transmitirle a M los ofrecimientos.
En mi primera reunión, no sabía cómo introducir la cuestión de una ensaladera de dos pesos que llevaba meses trabando todo.
Y ahí se hizo la luz!!!!! Cuando empecé a hablar del utensillo, el hermano dijo las palabras mágicas:
- “ensaladera…. qué ensaladera?, la de plástico?. Pero por mí que se la meta sabe donde???, dígale que me devuelva los veinte mil dólares que mamá guardaba adentro de la ensaladera y que mi hermana M se afanó la noche de su muerte!!!!!!!
Rápidamente nos vimos con M esa tarde.
Y sin preámbulos le dije: -“para seguir hablando de la ensaladera, hay que traer lo que te llevaste de ahí adentro.”
M se indignó!!!! Y dijo: -“el mal nacido ese me espiaba!!!!!!!”Que se quede con la ensaladera y el vitraux, yo me compro todo nuevo”-
Y así nomás, terminó la disputa por la herencia.-

No hay comentarios:

Publicar un comentario