Las llamadas telefónicas, son sin duda, todo un tema para los abogados. Son un aspecto importante de la profesión. Aún cuando el e-mail haya ganado un terreno inimaginable, los abogados somos los menos afectos a "hablar" por escrito. Es en ese camino, que hablamos más de lo que escribimos.
Tenía yo que llamar a una abogada para ver si podíamos acercarnos un poco.
Me atiende un chico, pido por la Dr.C.
-"por qué asunto es?"-
-"Es por fulano contra mengano. Ya hablé con ella la semana pasada y quedamos en volvernos a hablar esta semana para ver si habíamos avanzado cada una por su lado."-
-"ahhh, a ver espere"-
Pasan dos minutos. Vuelve.
-"Dice la Dra.C que está en el baño"-
Yo, muda. Mirá que hay respuestas para dar!!! Está con otra llamada, está con un cliente, pide que le dé cinco minutos y le reitere el llamado....y así, hasta gastar toda la tinta del planeta.
El secretario, empleado o no sé qué, seguía al teléfono.
-"Necesita algo más?"-
Claro, yo seguía muda.
-"Ehh, sí. Necesito hablar con ella.En cuánto la llamo?"-
-"No sé si está haciendo número 1 o número 2. No le sabría decir."-
Sin palabras.Fin.
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