viernes, 20 de julio de 2012

Los abogados también tenemos vida. Parte 1



Una de las razones por las que elegí ser abogada es que en la facultad, ninguna materia se estudia en hoja cuadriculada. Otra de las razones por las que elegí esta carrera,  es que rara vez tendré una emergencia en mitad de la noche.
No me imaginaba como un médico, haciendo guardias, entrando a un quirófano en horarios estrafalarios, atendiendo llamadas a cualquier hora, corriendo de un lado al otro….
Claro, uno deberá contar  siempre con algunas excepciones. A saber: si un cliente cae preso a medianoche, está bien que te llame. Aunque también puede esperar a la mañana siguiente o al lunes si justo cayó de fin de semana. Total, en la noche, no hay juez que te atienda…., y un domingo, menos.
Me faltó estudiar en la facultad, una materia en la que yo aprendiera a educar clientes. No podía saber, en el momento en que tenía que elegir, que la profesión me iba a llenar de clientes díscolos. Y en esa época aún, no podía siquiera imaginar el efecto explosivo que en ellos tendría el teléfono celular.
En la prehistoria, para que un cliente llamara al abogado, tenía que planearlo. En la actualidad, va caminando por la calle, lo agarra un semáforo, mira para arriba y piensa: a quién jodo?. Claro, al abogado!!!
Así, a lo largo de los años, me han pasado situaciones de lo más variadas.
Acá va una: sábado a las 11 de la noche, en el cine. Vibra mi teléfono. Miro el visor. Es “G”. Presumo que está en una emergencia. Me levanto, le pido permiso a todos los de la fila del cine. Salgo y lo atiendo.
-Hola, como andás?- me habla en un tono entre despreocupado y alegre.
-Bien, vos?. Decíme. Qué problema tenés? Metele porque estoy en el cine- todavía conservando mi buen tono.
-Yo, ninguno. Pero acá estoy con mi amigo “J”, que tiene un problema. Entonces, yo le dije: bancá un minuto que la llamamos a mi abogada y ella, que es una capa, te contesta enseguida- remató.
-Ok. Vos estás con tu amigo “J” en algún calabozo?-
-Eh???, noooo. Estamos acá, morfando en la costanera.-
-Aha….Y qué le pasa a tu amigo “J”????-
-Pará que te lo paso y él te explica rapidito- me espetò sin tiempo de que me zafara.
-Hola Dra., buenas noches- entró “J” en escena, haciendo ruido como si estuviera masticando un chorizo.
-Hola. Dígame, qué problema tiene? Pero déle rapidito porque estoy en el cine.-
-Yo le explico doctora. Resulta que yo estuve juntado tres años con una chica. Y tuvimos un hijo. Resulta que hace un tiempo que veníamos mal y entonces yo me fui de la casa en la que vivía con ella. Y ella empezó a salir con alguien. Y yo creo que a lo mejor ella hace tiempo que viene viendo a este tipo. Y entonces, a lo mejor, el nene no es mío, vio?-
-Ví qué??? Yo no ví nada!!!! –
-No, ya sé que usted no vio. Pero yo puedo llevar al nene a hacer un ADN?-
-Mire, es sábado a la noche, me sacó del cine, por mí llévese al nene a donde quiera, mientras no lo meta en un cabarulo. Haga con el pibe lo que quiera. Lo lleva a la calesita, a los juegos, al laboratorio a hacer el ADN!!!! Deme con “G” ya mismo!!!!!!!-
-Hola – aparece “G”- che, gracias por atender a mi amigo. El lunes te llamo. Buen fin de semana-
Y así como así, mi cliente “G” me sacó del cine y me hizo perder diez minutos de película por un cristiano al que le metieron los cuernos y no sabe si alimentó un hijo ajeno.- Y encima, GRATIS!!!

2 comentarios:

  1. Muy muy pero muyyyyy Bueno!!!!!!!!!!!!!
    Moraleja..... Hay q obedecer el corto que dice ""Por favor srs presentes en la sala APAGUEN los celulares!!!!!!! ah, y de paso aplicalo al viernes desde las 20:00 hs Hasta el Lunes a las 9:00 hs....No valla a ser que algun cliente mas desubicado interrumpa otras cuestiones... jajaja

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