jueves, 30 de marzo de 2017

Todo y nada es negociable




En los días que vivimos, ser libre de elegir y decidir, creo yo, es uno de los mayores privilegios que una persona puede tener. Claro, el privilegio hay que usarlo bien, y no privilegiarse con cualquier descerebrado que se cruza por nuestra vida, porque después, el abogado no es el mago cacarulo que te arregla el asunto en un santiamén.-
C y M son dos en sus "tempranos cuarenta", ella más temprano que él, pero cuarentona al fin y con el tic tac biológico en carrera.-
Probaron un par de meses y la relación no era especialmente empática.
Uno hubiera pensado: "listo. Se termina". Pero ellos no. 
En su lugar, pensaron: "no anda, pero igual podemos hacer un niño". 
Una mujer, hubiera pensado: "no necesito hacer un niño con vos, porque puedo comprar un frasquito y hago un niño que no viene con una relación de parentalidad por el resto de mi vida". 
Pero ella no. En su lugar, pensó: "y bueno, dale".
Y entonces no pensó.
Es acá en donde te empezás a cuestionar si la condición humana realmente comprende el abanico de libertades que se le presentan, si entiende que la vida de un chico no es cualquier cosa y si sus neurosis personales pueden ceder ante semejante reponsabilidad.-
Estos dos, claramente no.
Hace doce meses nació una divinura alrededor de la cual nacieron doscientos quilombos. La cuota, las visitas, la lactancia, la prepaga, el carrito, el huevito, la ropita... Todo, pero todo, es un problema.
El padre me vino a ver cuando la nena tenía tres meses, me vino a ver cuando tenía seis, cuando tenía nueve y hace un mes le dije: "O hacés algo, o no vengas más." Y empezamos a mediar.
Un día antes de la primera audiencia me llama la abogada de ella para preguntarme si era posible que no se cruzaran para decirse hola porque tenía miedo que alguno sacara una piedra y le rompiera la cabeza al otro.
Bueno, es un comienzo. No se vieron la cara. Entre todo lo que había que discutir, tenían que acordar cómo iban a pasar el día del primer cumpleaños de la nena. Visto que ni se saludan, acordamos que la mañana estaría con el padre y a la tarde, con la madre. 
Salimos de la audiencia y él me dice: "Pero que hdp! yo le propuse por whatsapp, porque no nos hablamos, viste?, que hiciéramos un almuerzo conjunto su familia y la mía en un restaurante y que yo pagaba todo. Y la muy perra me hace pasar el cumpleaños de mi hija así?"
-"Escuchame, delirante! no se hablan y querés pasar la fiesta en dulce montón??? y peor aún, no le pasás un mango de cuota alimentaria, venís a la audiencia en musculosa y ojotas peor que un pordiosero y ofrecés un almuerzo en la costanera para 80 personas todo a tu cargo???"-
Y me fui a pensar.
Tiene nueva abogada.
No hay nada más sabroso en este mundo, que la libertad de elegir.-




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