No hay peor cosa que tener que negociar con una abogada.
Son enroscadas, vengativas, retorcidas, poco prácticas, muy maquilladas, mucho taco, muy cincuentonas la mayoría. Cuando te las encontras y tienen papeles, más papeles, millones de papeles... ya está. El esteriotipo es completo.
Es una regla de tres simple: a más papel, más quilombo.
Así llegó la carpeta de la Dra.DS.
Siempre que empezás a negociar, empezás con un número. Lo vas subiendo. Dejás pastorear unos días. Volvés a la carga.
Con ella, todas estas reglas... no tienen sentido. La llamás y le pasás el primer número como para que te diga que tu oferta es la peor que escuhó, pero se la pasás para que empiece a pensar. No te da tiempo. A los diez minutos te está llamando otra vez.
-"Escuchame, tu oferta no me cierra."-
-"Sí. Ya me lo dijiste hace diez minutos. En cuanto tenga algo mejor, te llamo y te lo paso."-
-"No. Pero lo que vos le tenés que explicar a tu cliente, es que el trabajador tiene un dedo roto y dos costillas que le duelen. Y que las instalaciones de tu cliente son inseguras y que bla, bla, bla. Su salario era XXX y si calculás de determinado modo, te tiene que dar el triple de lo que me ofreciste. Explicale a tu cliente" -te repite como si vos en vez de abogada fueras cosmetóloga .
-"Yo ya sé perfectamente como hacer el cálculo. Lo hago distinto de como lo hacés vos. Si te voy a pagar todo lo que vos querés, te lo pago al final del juicio, dentro de unos cuatro años más o menos. Lo que yo intento ahora es negociar."-
Durante los siguientes cinco días, recibí un promedio de tres llamados por día de la Dra.DS para saber si le había explicado a mi cliente, cómo hacer las cuentas y cómo llegar a la astronómica cifra que ella quiere.
En mi oficina, más masculina que femenina, esto de negociar con mujeres, es algo así como: -"Dame la carpeta, dijo él. En dos llamados te lo termino"-
Ok. Con qué placer la pasé de escritorio.-
Dos días más tarde, llego y encuentro la carpeta arriba de mi silla.
-"Eyyy, eyyy, eyyy! la carpeta tiene patitas??? qué hace otra vez acá.??"-
-"Nooo por dios!!! esa mujer es infumable. No hubo modo."-
Empecé apenas me crucé con la primera, a anotar en una lista, las abogadas a las que no quería parecerme.
Ella es la número cien.
Aquì va mi cocarda!!!